Anna está de voluntaria en la JMJ de Madrid. Nos comenta que hay muchíssssiiiiima gente de todas partes del planeta.
No os creáis que es puro entretenimiento. La jornada empieza bien temprana a las 7.30 horas de la mañana y termina pasadas las doce de la noche. Lo ocurre es que la ocasión de conocer a otras personas de tierras lejanas siempre es un aliciente además de convertirte en un esporádico anfitrión.
A pesar del trabajo, el calor de Madrid y la multitud de gente que hay estos días en la ciudad está ilusionada con la experiencia.
Mucho ánimo Anna, también a Rafa y a Inés.
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