Hace unos días salió la noticia del veto de las redes sociales al programa de televisión La Noria de la cadena Telecinco, a consecuencia de la entrevista que se realizó a la madre de Francisco Javier G.M. conocido como "El Cuco", que fue condenado por el Juzgado de menores nº 1 de Sevilla a dos años y once meses de prisión por encubridor del crimen de la joven sevillana Marta del Castillo. Según los medios de comunicación, la productora del programa pagó a la madre de El cuco la suma de 10.000 euros por la entrevista.
Tras la entrevista, las redes sociales han ejercido una presión frente al programa. Unos dirán que limitan el legítimo derecho de información de la cadena de televisión, pero otros verán en la entrevista una forma más de "reírse" de los padres de Marta, sus familiares, la justicia y la sociedad española en general por parte de las personas encausadas. Además de un enriquecimiento moralmente injusto de la madre del penado.
Como digo, esa presión de las redes sociales ha provocado que la cadena del programa se haya planteado la continuidad del programa, que en su última emisión no pasó ningún anuncio. Incluso las redes solicitaban no ver la cadena de tv los días 15 y 16 de noviembre. Las empresas anunciantes habituales del programa han ido abandonado los espacios publicitarios hasta no dejar ninguno. Ese desalojo ha sido forzado y provocado por la fuerza de una masa que no está en las calles, ni abordan a los políticos en actos públicos, ni revientan mítines, no gritan consignas, ni pintan pancartas. Se trata de personas que tras un portátil, una tableta o un móvil pueden ejercer una influencia más alta que cualquier otra manifestación que podamos recordar.
Deberemos acostumbrarnos a la influencia de las redes sociales. Nos guste o disguste el mundo que conocemos está en internet, se trata de una realidad presente, no es el futuro. Ya sólo existen dos tipos de personas, las que están en las redes sociales y las que no están.
Quizá en nuestro país se trate de algo todavía novedoso, pero en el otro lado del Atlántico las cifras de la influencia y el peso de las redes sociales llegan a resultar literalmente aplastantes. Os dejo un enlace de un vídeo sobre la revolución de las redes sociales.
Un saludo.
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