Colegio San Miguel - 150 años de enseñanza.

Josep Alegre Villarroya ha publicado el libro de los 150 años del Colegio San Miguel de Barcelona.  En sus páginas recoge el nacimiento del proyecto educativo iniciado por el padre Miquel Clergue y su posterior venta a los Misioneros del Sagrado Corazón. 

En el año 1868 el Colegio San Miguel fue fundado por el sacerdote francés Miguel  Clergue, que fue su primer director durante 25 años. Su primera sede será en la calle del Gobernador, 9 de Barcelona.  Actualmente, la ubicación del colegio se encuentra el edificio La Balmesiana.

Unos años antes, 1854, el padre Julio Chavalier funda la congregación de los Misioneros del Sagrado Corazón (MSC).  Con la intención de expandir la congregación  e instalarse en España se inicia la construcción de su sede en Barcelona en la calle Rosellón, 175, donde se encontraba el antiguo hospital de San Juan de Dios. 

En 1895 el sobrino del Miguel Clergue vendió a la congregación MSC el centro escolar, traspasando la titularidad del  mismo, no del edificio que estaba en alquiler. Será en el año 1898  cuando se produce el traslado definitivo del colegio a su actual localización en la calle Rosellón. 

Durante la Semana Trágica el colegio sufre el primer incendio, siendo totalmente reconstruido en 1912. Al inicio de la Guerra Civil el colegio es incendiado por segunda vez. Tras las reparaciones, se modifica la ubicación del Santuario y la entrada al colegio en su ubicación actual.

Uno de los tesoros del colegio y signo distintivo de la estructura del edificio es su claustro, que pertenecía al Monasterio de Santa María de Jerusalén que había sido ocupada por las Hermanas Franciscanas desde 1462. El claustro fue construido por el arquitecto Bartolomé Mas en 1468. Con la expansión de la ciudad y la construcción del mercado de San José, La Boquería, el monasterio fue derruido y se subastaron las piedras del claustro que fue adquirido por los MSC para incorporarlo, piedra a piedra,  en el edificio de la calle Rosellón. 

Muchos alumnos, sacerdotes, directores, profesores y auxiliares han pasado por esas escaleras, por los pasillos del claustro, incluso han posado para las fotografías escolares. Muchos años de un colegio y muchos siglos para su claustro, que evocan aquel programa de TVE "Si las piedras hablaran".

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